Una de las principales dificultades de los alumnos y alumnas es expresarse, tanto de forma oral como de forma escrita. La expresión escrita es una competencia elemental. Saber escribir requiere dominar procesos sintácticos, semánticos y gramaticales que aporten un significado concreto al mensaje.
Os traemos ocho ideas para ayudar a trabajar la expresión escrita:
- Texto libre de Freinet
Todos l@s alumn@s pueden escribir el texto cuando sientan la necesidad. Es una propuesta interesante, pero sobre todo cuando tienen cierta destreza en la elaboración de textos
- Haz que continúen una historia
Para hacer que practiquen tanto la lectura como la escritura es proponerles un ejercicio en donde tengan que continuar una historia y redactar un desenlace para esta
- Inventar desde cero un cuento o historia
La expresión escrita se puede trabajar con un juego que consiste en decir en voz alta una serie de palabras sin pensarlas, con ellas los niños tendrán que idear la introducción, nudo y desenlace
- Dados para contar historias
Además de aprender y mejorar sus habilidades con la escritura se lo pasarán genial creando historias a partir de los iconos que aparecen en los dados.
- Escribir una receta
Otra opción para trabajar la expresión escrita es redactar una receta para después elaborarla en familia. L@s pequeñ@s tendrán que describir muy bien todos los pasos a seguir, ingredientes y utensilios. Esta opción es práctica y divertida, ¡se lo pasarán pipa!
- Escribir un diario
Que escriban un diario desde edades tempranas además de mejorar la expresión escrita, contribuye a que tengan un mayor autoconocimiento y a que valoren su salud emocional (exprensando sus inquietudes o problemas)
- Ordenar palabras para formar oraciones
Con esta tarea no sólo trabajarán la comprensión lectora; además ejercitarán la conciencia morfosintáctica.
- Inculcarles el hábito de la lectura
Por último y no menos importante debemos inculcar a l@s pequeñ@s de la casa en el hábito de la lectura. Además de ayudarles a expresarse de manera correcta, la lectura forma parte de la educación en valores, ayuda a la imaginación, la creatividad, la fantasía, a aumentar la capacidad crítica, así como a la mejora de los procesos cognitivos como son la concentración y la atención, también mejora la comprensión de asociaciones entre elementos y la formación de conceptos.
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