Como responsable de Comunicación y Comercialización de nuestro servicio, desde que comenzamos nuestra labor, he tenido la gran oportunidad de visitar cientos de centros de enseñanza, tanto en Galicia, donde nacimos, como fuera de ella, en persona. Lo que me ha permitido tener conversaciones con equipos directivos, equipos docentes, Ampas y familias directamente.
Durante este tiempo he podido constatar que, con muy pequeños matices, la comunicación entre los centros de enseñanza, en la figura de equipos directivos y docentes y las familias es, no sólo muy importante en la educación de los niños, de nuestros hijos, sino que es un reclamo, tanto de un lado como del otro.
Por una parte, están los centros educativos utilizando las herramientas que consideran más convenientes para informar a los padres de aquello que es de importancia para la educación de nuestros hijos. Y de la otra la familia, demandando esta información. Sin embargo, existe una circunstancia que quisiera dejaros aquí para que reflexionemos sobre este aspecto, que en otras culturas donde la educación está más desarrollada, no existe.
Cuando me ha tocado visitar una guardería, ahora llamadas escuelas infantiles oficialmente, al presentar nuestro servicio, tanto a equipos directivos, docentes e incluso familias, entienden que es una herramienta tecnológica ideal para la comunicación porque, para los que tienen que utilizarla en la guardería no les quita tiempo para la atención de los bebes, que es obviamente donde tienen que enfocar todas sus energías, y los padres no tienen que buscar la información de cómo les ha ido a sus bebes ese día, porque les llega directo al móvil a través de MI (mensajería instantánea). Es un ganar-ganar. Porque los padres que tienen sus hijos en edades comprendidas de 0 a 3 años, quieren saberlo todo. Y es lógico, son sus bebes. Lo más grande que un ser humano puede llegar a tener.
De igual forma, cuando visito los centros de enseñanza de infantil y primaria, las necesidades siguen siendo las mismas. Por lo que, sobre todo los tutores y profesores, obtienen un excelente provecho del servicio al poder tener una vía de comunicación directa, sencilla, práctica y que les ahorra tiempo, para el envío de información a los padres. Y éstos, agradecen al no tener la obligación de buscar información, sea en programas de gestión, blogs, páginas webs, etc. Sino que pueden llevar su vida diaria habitual con la tranquilidad de que la información relativa a la educación de su hijo le llegará al móvil vía MI (mensajería instantánea).
Ahora bien, la reflexión a la que hacía referencia viene especialmente sobre los Institutos de Secundaria ya que por lo que he podido constatar, durante la educación infantil y la de primaria, los padres están muy pendientes de todo lo que tienen que ver con sus hijos, pero tengo la percepción que pareciera que al llegar al instituto esta relación tiende al desvanecerse.
Tengo constancia de muchos institutos que buscan la forma de involucrar a los padres para poder tener una mayor comunicación, y no dedicarse en exclusiva al envío de mensajes de faltas de conducta y/o asistencias. Tutores que quisieran crear un mayor vínculo con los representantes y poder en el transcurso del curso escolar, realizar las acciones pertinentes para mejorar y corregir aquello que lo amerite o, incluso, felicitar a quien lo merezca, y muchas veces no es posible. Sólo hay que descargar una aplicación que es gratis y nada más y, en algunos casos, pasan y no lo hacen.
Y en sentido contrario, tenemos padres muy activos, con muchas ganas de recibir información de sus hijos, no importa la edad que tengan o el curso donde estén, y tenemos tutores que no utilizan un servicio cuyo único esfuerzo es el desde un ordenador enviar el equivalente a un email.
Una persona cercana me comentaba el año pasado, que a su hija que cursaba primero de bachillerato le habían quedado para septiembre 8 materias, y estaba muy deprimida. Ella y su hija. Y yo pensaba: a un estudiante no le quedan 8 materias de hoy para mañana. Ya desde la primera evaluación se debe ver venir. Quizás, si hubiese habido mejor comunicación entre tutor y representante, le habrían podido ayudar (ya sabemos cómo son los adolescentes y el orden de prioridades que muchas veces tienen). Y al final de curso podría haber sido menos traumático.
Hoy en día hay tanto padres como profesores escépticos en cuanto al uso de las nuevas tecnologías e incluso en cuanto a que una mejor comunicación pueda hacer mejorar según qué estudiante. Pero, incluso a pesar de ello, el dejarlo pasar, el darse por vencido, el dejarlo todo en manos del instituto, el dejarlo todo en manos de las familias o, incluso, el dejarlo todo en manos del alumno, quizás no sea lo mejor.
Nosotros ponemos a vuestra disposición un servicio que funciona, que es fácil, que ahorra tiempo y que ayuda, tanto a padres como a centros de enseñanza. Hagamos como en muchos países del norte de Europa y no soltemos la manos de nuestros hijos/alumnos así sean ya más altos que nosotros. Es su futuro lo que está en juego. Nuestro futuro.
William Segovia
Responsable de comunicación y comercialización