– Es que no tengo ni idea de qué regalarle…
– ¿Cómo que no? ¡Si a las mujeres es muy fácil regalarles!
Te suena este diálogo, ¿verdad? Lo más curioso, es que todos alguna vez hemos sido el que duda qué comprar, y al mismo tiempo, probablemente en otra ocasión, también hemos sido el que le responde que regalar a una mujer está tirado.
Las listas de sugerencias de regalos para las madres con las que nos spamean los medios en estas fechas nos han nublado el juicio. Pero no te preocupes, en este artículo entrevistamos a siete mamás de TokApp para que traigan un poco de lucidez al asunto.
Vero, mamá de Xiana
Para ayudarnos a describir a Vero, Xiana nos hizo este retrato de ella:
La edad de Vero ya se ve en el dibujo pero, por si le echáis de más… os informamos de que tiene 36. Y la “miniterrorista”, como ella la llama cariñosamente, ya va por las 4 primaveras.
Para poder hablar con Vero tuvimos que esperar un poco, porque justo la pillamos en una velada de boxeo. Y aunque los combates cuerpo a cuerpo tienen una inmerecida fama de atraer a personas agresivas, ella es la prueba de que la admiración por esta disciplina no es incompatible con la sensibilidad: siempre ha luchado contra el maltrato animal, especialmente hacia los perros.
No piensa morir sin antes hacer la ruta 66 en un Cadillac. Y valora los regalos con significado, así que dice que “¡nada de flores, ni bombones!”.
Bea, mamá de Ana y Daniel
Trabaja como administrativa. Tiene 45 años, sus hijos 14 y 18. Bea es la excepción que confirma la regla de que las personas pagamos el gimnasio y después no vamos. Y para colmo, no por eso ha dejado el senderismo. Lástima que esta entrevista se le hicimos por escrito, porque es cantante en una coral y seguro que tiene un vozarrón. Su deseo es aprender idiomas, o más bien, tener tiempo para aprender idiomas, porque el trabajo no le deja hueco para estudiar.
En cuanto a regalos, cree que para acertar, hay que escogerlos pensando en la personalidad del que va a recibirlo.
Mary, mamá de Noa, Gael y Loic
43 años ella, Noa 8, Gael 13 y Loic 15. Es enfermera, suele salir a bailar con sus amigos, le gusta hacer manualidades y viajar. Quiere tomarse un par de años sabáticos para dar la vuelta al mundo.
Para ella los utensilios para el hogar no son regalos, son pesadillas.
Carmen, mamá de Martín y Bruno
Carmen es administrativa en una gestora inmobiliaria. Tiene 47 años, dos hijos, de 13 y 11, y un armario lleno de camisetas y bufandas del Celta de Vigo. Pero el fútbol no es el único deporte que la absorbe. De hecho, ni siquiera es capaz de decidirse por uno, y es que ha sido jugadora de balonmano durante prácticamente toda su vida.
Después de charlar un rato con ella le hemos preguntado qué es lo que más le gustaría tener. “¡Un chalet en la playa!”, dice. Y aclara “Sin coñas”. Pero bueno, como a los ahorros de Martín y Bruno todavía les viene algo grande la petición, mientras tanto se conforma con que no le compren “¡ni colonias, ni ‘cremitas’, ni pequeños electrodomésticos!”.

Fuente: h15inmobiliaria.com
Ana, mamá de David
38 y 11 años. Ana trabaja en una peluquería como estilista, elabora sus propios aceites esenciales y le encanta hacer pilates. Pero por encima de todo, sueña a lo grande: una de sus fantasías sería ¡tener su propio acuapark!
Nuria, mamá de Isatu
Es profesora y tiene 47 años. Isatu, 10.
Lo que más le va a Nuria es el misterio: el cine de terror y la novela negra, especialmente cuando está ambientada en la Inglaterra Victoriana. Y el riesgo: es seguidora de Moto GP. Si estás tomando café con ella y te ignora no será por estar chateando con el móvil, pero igual sí que está solucionando alguna avería del teléfono, las nuevas tecnologías le apasionan. Su ilusión sería tener una finca con piscina y barbacoa, un buen lugar de reunión para estar con familia y amigos.
No le gusta que le regalen joyas, y menos si son caras. Solo pide por el Día de la Madre tiempo con Isatu para hacer algo que les guste a los dos.
Noelia, mamá de Iker y Gael
Es la más joven. Sin embargo, con 28 años ya es profesora de alemán y madre de dos niños, de 6 y 10 años. Eso sí, los fines de semana se va de fiesta. Pero sin “perrear”. Es más una melómana del rock nacional. El reggaetón no quiere ni oirlo, y menos aún leerlo. Insiste en que “mataría a Maluma”, y “lo mataría de buena gana”.
Para el Día de la Madre no sabe qué querría, pero para Nochevieja, unas vacaciones en Disneyland Paris con los peques.

Fuente: disneylandparis.es
Después de esto nos ha quedado claro que no podemos decir que las madres quieran perfumes y ramos de rosas como si fuéramos un equipo de biólogos hablando sobre los hábitos alimenticios de una especie de mamíferos. Las personas somos un colectivo heterogéneo y hay tantos tipos de madres, como madres en el mundo. Cada una con su “acuapark”, su “cadillac” o su “barbacoa”. Y eso las hace especiales.